La seguridad ergonómica ya no es opcional, es un requerimiento normativo y estratégico en el trabajo
10/07/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

Académicos de la UPAEP hablan sobre los principales riesgos laborales y llaman a reforzar estrategias de prevención y cuidado en las empresas.

Con el objetivo de fomentar entornos laborales seguros, saludables y productivos, la UPAEP a través del Decanato de Ingenierías, abordó el papel crucial de la ergonomía, la seguridad y la higiene laboral en el bienestar de los trabajadores, esto en las voces de Luis Alberto Uribe Pacheco y Ma. Pilar León Franco, profesores de la Facultad de Industrial, Logística y Manufactura de la universidad.

Ambos especialistas coincidieron en que el bienestar laboral es un eje transversal en el desempeño organizacional, pues permite tanto una mayor satisfacción de los colaboradores como un incremento en la productividad, la motivación y la prevención de accidentes y enfermedades ocupacionales.

Luis Uribe recalcó que la ergonomía no debe entenderse únicamente como la adecuada elección de mobiliario, sino también como el diseño integral de procesos y ambientes de trabajo que respeten las capacidades físicas y mentales de las personas.

“La seguridad ergonómica ya no es opcional: es un requerimiento normativo y estratégico. El futuro exigirá que las tareas estén bien diseñadas, sobre todo en puestos con esfuerzos físicos repetitivos o posturas inadecuadas”, afirmó el académico.

Mencionó también que padecimientos como la lumbalgia siguen en aumento pese a la entrada en vigor de normativas como la NOM-036 sobre manejo de cargas, lo cual evidencia fallas en la implementación real dentro de las organizaciones.

Pilar León Franco explicó que los trabajadores muchas veces ignoran síntomas, se automedican o minimizan malestares, lo que deriva en enfermedades prolongadas y costos crecientes para las empresas.

Con base en cifras oficiales, en 2023 se registraron más de 19 millones de incapacidades temporales en México, con un promedio de 7.68 días perdidos por caso, lo que equivale a más de 2.2 millones de días laborales perdidos.

Las lesiones ocupacionales más comunes son:

• Tensión ocular por uso prolongado de pantallas.

• Síndrome del túnel carpiano.

•Dolor de espalda baja.

• Esguinces de tobillo (8.47%).

• Traumatismos en piernas (8.7%).

• Heridas en muñeca o mano (7.22%).

En el caso de Puebla, el estado ocupó en 2024 el lugar 16 en riesgos de trabajo, con 887 casos registrados, y el lugar 14 en accidentes laborales. En enfermedades profesionales, se ubicó en el lugar 28.

“Podemos pensar que los números no son alarmantes, pero nadie quiere ser parte de esa estadística. El reto es prevenir, no reaccionar”, subrayó León Franco.

Ambos profesores abordaron también la discusión sobre las pausas activas y la controvertida Ley Silla, coincidiendo así en que estas estrategias pueden ser útiles solo si se adaptan adecuadamente a la naturaleza del trabajo.

“Mover las manos en una pausa activa no ayuda si tu labor es precisamente manual todo el día. Deben diseñarse con base en criterios ergonómicos profesionales”, precisó Luis Uribe.

Respecto a la Ley Silla, señalaron que aunque la intención es buena, su aplicación es compleja y debe considerar factores como tipo de silla, descansos adecuados y características del puesto.

Los académicos destacaron que las grandes empresas suelen contar con áreas especializadas en medicina del trabajo, mientras que muchas pymes recurren a servicios externos. No obstante, resaltaron que la prevención debe comenzar desde la raíz y no esperar a que la enfermedad avance.

“Hoy es una necesidad tener médicos laborales, técnicos en seguridad e ingenieros enfocados en la salud ocupacional. No hacerlo puede costar miles de pesos en incapacidades y demandas”, enfatizó Luis Uribe.

En este sentido, León Franco invitó a las empresas pequeñas a acercarse a universidades como UPAEP para recibir apoyo en diagnóstico de riesgos ergonómicos:

“Nuestros alumnos están en formación, pero pueden ayudar con proyectos reales. Si detectamos a tiempo los riesgos, podemos prevenir que alguien llegue a la jubilación con lesiones incapacitantes”.

Además de la dimensión técnica, la formación de una cultura preventiva y colaborativa también se construye desde la educación básica hasta la profesional. Así lo señaló Pilar León, quien enfatizó la importancia de enseñar a los jóvenes a trabajar en equipo y con conciencia social.

“No basta con contratar por recomendación. Hay que considerar las habilidades reales del perfil, porque un mal liderazgo también pone en riesgo a los equipos”, advirtió.

Uribe Pacheco añadió que todo proyecto profesional debe incluir cumplimiento normativo en materia ambiental, legal, de sostenibilidad y seguridad: “el bienestar laboral trasciende el espacio físico, ya que implica una convivencia social responsable”.

Pilar León recordó que el bienestar laboral es una responsabilidad compartida y una inversión que genera beneficios a largo plazo:

“De nada sirve trabajar toda una vida si terminas con una lesión que te impide disfrutar tu jubilación. Todos debemos poner nuestro granito de arena para llegar a la vejez con autonomía y plenitud”.

Luis Uribe concluyó que la ergonomía, la seguridad y la higiene deben dejar de ser temas secundarios en las organizaciones. “Estamos en un momento en el que la dignidad laboral debe ser prioridad. Solo así podremos construir organizaciones verdaderamente humanas y sostenibles”.