El rostro detrás de Kreston Latinoamérica, tiene alma UPAEP
21/05/2025
Autor: Yolanda Jaimes

Desde su posición como director, Francisco Bracamonte y su equipo acompañan a empresas multinacionales en su proceso de aterrizaje en el país, orientándolas en aspectos esenciales como la estructura societaria, el cumplimiento de obligaciones fiscales y la optimización de sus operaciones desde un enfoque legal y financiero.

Para Francisco Bracamonte Prieto, la combinación de conocimientos contables, fiscales y jurídicos ha sido clave en su trayectoria profesional. Egresado de la UPAEP, donde cursó la licenciatura en Contaduría, posteriormente en Derecho y finalmente una Maestría en Administración de Empresas, hoy lidera Kreston Latinoamérica, una firma especializada en asesoría fiscal para compañías extranjeras que buscan establecerse en México.

La formación de un líder

Desde el inicio, Francisco tuvo claro que quería formarse en una universidad de calidad. Cuando llegó el momento de elegir, UPAEP se convirtió en la opción ideal, pues se ajustaba perfectamente a sus intereses y necesidades.

"UPAEP ofrecía el programa académico que a mí me gustaba; y en el área de la Contabilidad, se posicionaba por su prestigio y empleabilidad en Puebla”, compartió.

Más allá de lo académico, su experiencia en la universidad estuvo marcada por su participación en el Consejo Universitario, donde representó a su carrera y tuvo la oportunidad de interactuar directamente con los directivos de la institución. Esta experiencia, según relata, le brindó una perspectiva más amplia sobre el funcionamiento institucional y la toma de decisiones estratégicas.

"En ese momento, eres un jovencito que está entendiendo los primeros aspectos de la vida adulta y de repente te encuentras en el mundo de los adultos, con el Rector y los Directores, discutiendo sobre estrategias universitarias. Es una experiencia que te enseña mucho porque además eres la voz de los estudiantes”, afirmó.

Expansión y crecimiento profesional

A lo largo de su carrera, Francisco fue descubriendo que la labor del contador no se limita únicamente a calcular impuestos, sino que también implica interpretar la legislación fiscal. Este interés lo llevó a complementar su formación con la carrera de Derecho, una decisión que le permitió ampliar su panorama profesional.

"Elegí nuevamente UPAEP porque tiene una oferta académica flexible que te permite estudiar y trabajar al mismo tiempo. Además, se respira un ambiente cálido y diverso”, destacó.

Por otro lado, resaltó el fuerte vínculo que existe entre la Universidad y el ámbito empresarial, algo que vivió de primera mano, pues fue gracias a sus propios profesores que pudo dar sus primeros pasos en el mundo laboral.

Su trayectoria profesional comenzó en una firma que, con el tiempo, adoptó el nombre de Deloitte. “El primer jefe que tuve fue mi profesor en la Universidad, y varios de los socios de esa firma también lo fueron. La UPAEP me permitió establecer relaciones que luego serían fundamentales para mi carrera. Los vínculos que se crean en la universidad tienen un impacto directo en el mercado laboral”, aseguró.

Más adelante, trabajó en BDO, otra firma en la que, nuevamente, tuvo como jefes a profesores suyos. Entre ellos, Jorge Arismendi, Leoncio Espinosa y Mariano Saavedra, quienes, además de ser figuras clave en la industria, se convirtieron en amigos cercanos.

El reto de emprender

Sin embargo, con el tiempo, Francisco y algunos colegas comenzaron a sentir la inquietud de emprender su propio proyecto pues tenían el deseo de acelerar su crecimiento profesional, lo que los llevó a cuestionarse si querían seguir dentro de estructuras ya establecidas o arriesgarse a construir algo propio.

Fue así como, el 26 de noviembre de 1996, junto con sus compañeros de universidad, Carlos Saucillo y Juan Espinoza, dieron vida a lo que hoy es Kreston.

"Comenzamos como una firma muy pequeña, pero con la visión clara de atender el mercado más sofisticado de la ciudad. Afortunadamente, desde el principio, varias empresas confiaron en nosotros: IPC de México, Termoplásticos Técnicos de México y Refa Mexicana, entre otras. Esos primeros meses fueron cruciales. Los clientes iniciales marcaron el rumbo de lo que hoy es una de las firmas más grandes en su ramo, con más de 1,000 clientes”, recordó.

De lo local a lo global: la internacionalización de Kreston

Y es que consolidar la firma en Puebla no era suficiente. Desde el inicio, Francisco y su equipo tenían la ambición de llevar su trabajo más allá de las fronteras, lo que los llevó a buscar alianzas internacionales. Fue así como, en el año 2002, Kreston comenzó a formar parte de una red global, lo que les permitió acceder a nuevos mercados y ofrecer servicios de clase mundial.

“Queríamos estar en el mercado multinacional, porque los clientes de empresas internacionales prefieren que los atienda la misma firma, ya sea en México, Alemania o Inglaterra. Esto nos llevó a asociarnos con una firma global, Kreston, que tiene presencia en más de 140 países. Hoy somos ocho socios en Puebla, 167 colaboradores y ocho oficinas fuera de la ciudad, en tanto, Kreston Latinoamérica cuenta con 18 socios y nueve oficinas, tenemos un equipo de 320 consultores en todo el país, consolidándose como una de las firmas más importantes en su campo en México”, destacó

La clave del éxito: habilidades humanas

A lo largo de su trayectoria, Francisco ha aprendido que no basta con tener conocimiento técnico, sino que también es fundamental desarrollar habilidades para atraer y fidelizar a los clientes.

"El reto no es solo ser bueno en lo que haces, sino cómo lograr que el cliente elija tus servicios. En México, cada año se pagan miles de millones de pesos en servicios fiscales. Si eres igual de bueno que los demás, ¿por qué deberían venir a ti? Eso es lo que hay que aprender: cómo diferenciarte”, explicó.

Para él, el verdadero diferenciador son las soft skills o habilidades blandas. “Las habilidades de liderazgo, empatía y comunicación, son las que realmente marcan la diferencia cuando estás buscando ser el mejor. No solo es lo que sabes, sino cómo te relacionas con los demás y cómo logras generar confianza”, reflexionó.

El significado detrás de Kreston

Finalmente, Francisco explicó que, al momento de consolidar su marca, él y su equipo decidieron que no querían que la firma estuviera ligada a un apellido, sino que tuviera un significado más profundo y trascendente.

"Kreston es una palabra griega que significa ‘confianza’. Decidimos que el nombre de nuestra firma fuera un reflejo de nuestros valores y nuestra misión: brindar confianza a nuestros clientes”, concluyó.