Formador de líderes da plática en UPAEP sobre la relevancia que tiene la presencia de identidades laicas en espacios de acción comunitaria
En sintonía con la proyección de líderes que integran la religión a su vida personal y profesional, la Dirección de Formación, Cultura y Liderazgo de UPAEP recibió la ponencia "Liderazgo católico para la sociedad civil", presentada por Cristofer Pereyra, Director Ejecutivo del Tepeyac Leadership Institute (TLI), apostolado católico reconocido como ONG con sede en Phoenix, Arizona.
La misión del TLI, según Pereyra, es formar líderes laicos para la sociedad civil, por lo que todas sus actividades se enfocan en esta premisa. De ella se desprende una línea de acción clara: invertir en líderes que desarrollen una identidad y un propósito mediante cuestionamientos como "¿quiénes somos?" y "¿por qué estamos aquí?".
Pereyra señaló que "tenemos una identidad única, así como una misión única por descubrir; tenemos un propósito en común, y ante ello Dios invita a forjar su identidad". Asegura que así se desarrollan aspectos del liderazgo como inspirar, ser serviciales y tener una vocación laica que deriva en ser embajadores de Dios en el mundo, bajo la guía del liderazgo del Señor.
En este contexto, Pereyra destaca que el TLI cuestiona la ausencia de católicos en espacios de toma de decisiones de la sociedad, como las juntas directivas: "no esas que se encuentran en un rascacielos en Nueva York, sino las que están en nuestras comunidades, donde el liderazgo ocurre, y que están a nuestro alrededor".
Estos ámbitos de liderazgo, según Pereyra, incluyen instancias de salud, educación, empresas, gobierno, filantropía y medios de comunicación, enfatizando especialmente la necesidad de líderes católicos en este último sector.
Sobre la formación de líderes, Pereyra explica que el TLI busca que sus egresados comprendan "el propósito de nuestra vida. Los hijos de Dios fuimos hechos para el cielo, y para ser santos. Ese es el único propósito de nuestra vida. Y no debemos tener miedo, porque sé que se ve como una montaña que a veces nos provoca temor, y por ello necesitamos entender que un santo no es más que una persona que cada día, de manera sincera, continúa tratando de convertirse en una mejor versión de sí misma".
Respecto a los casos de éxito de egresados del TLI, destacó que "el fruto más importante es su participación en juntas directivas: entre 70 y 75 por ciento de los graduados ya son miembros de estas organizaciones, y quienes aún no lo son están en búsqueda activa. Además, tenemos casos como el de un maestro que, tras dos años de completar nuestro programa, se convirtió en director de su escuela, ejemplificando el compromiso de liderazgo que cada uno debe generar como resultado de su discernimiento".
Finalmente, Pereyra invitó a los presentes a "comprometerse una vez más con su plan de vida espiritual, a conocer más sobre la doctrina social de la iglesia católica, a buscar oportunidades en las juntas directivas de su comunidad".