Fallas estructurales del sistema educativo al descubierto tras pandemia
02/06/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

En el marco del 5º Congreso Internacional de Innovación Educativa (CINNED), organizado por UPAEP a través de su Dirección de Innovación Educativa y Desarrollo Académico (DIEDA), se presentó la propuesta “Más experiencias, menos conferencias”, una visión renovada sobre la formación docente que apunta a transformar la experiencia educativa desde el aula.

Gabriela Lechuga Blázquez, Directora de Innovación Educativa y Desarrollo Académico (DIEDA) de UPAEP, enfatizó que el foco de la educación debe estar en el estudiante y en su contexto actual. “Es importante reconocer que hoy más que nunca debemos formar personas críticas, activas y conscientes del mundo que habitan. Nuestra labor como docentes no puede quedarse en reproducir contenidos; debemos propiciar ambientes donde aprender sea una experiencia significativa, atractiva y formadora para la vida”.

En la conferencia, que reunió a especialistas de México y Colombia, subrayó la necesidad urgente de repensar la manera en que se enseña y se aprende en todos los niveles educativos. El evento contó con la participación de Marla Maestre Meyer, coordinadora de Extensión de la Institución Universitaria de Santa Marta, Colombia; y de Mauricio Arrieta Fontanilla, director del Instituto INNOVA de la Universidad del Magdalena, Colombia.

La directora de DIEDA celebró la amplia participación de docentes de México y Latinoamérica en este quinto congreso, quienes intercambiaron experiencias e ideas innovadoras para fortalecer la práctica docente. “Nos cuestionamos y reflexionamos sobre lo que hacemos en el aula, pero sobre todo sobre lo que necesitan nuestras y nuestros estudiantes hoy”, afirmó.

Maestre Meyer compartió una reflexión crítica a partir de lo que evidenció la pandemia: largas horas frente a pantallas, metodologías tradicionales y estudiantes desconectados de su propio proceso de aprendizaje. “Más experiencias, menos conferencias nace de ese dolor educativo que emergió con fuerza durante la pandemia. El modelo expositivo ya venía agotado, pero la emergencia sanitaria lo dejó completamente en evidencia”, explicó.

Marla Maestre dejó en claro que esta propuesta no elimina las conferencias, sino que llama a diversificar la experiencia en el aula. “No se trata de que el profesor se convierta en comediante o en animador de circo. Se trata de adoptar estrategias sencillas pero significativas que activen la participación, la reflexión y el pensamiento crítico”, apuntó.

Además, advirtió que el conocimiento real no se mide por la repetición de conceptos, sino por la capacidad de pensar, analizar y resolver problemas. “Cuando el estudiante egresa, el profesor ya no estará a su lado. Por eso necesita herramientas para pensar y actuar por sí mismo”, señaló.

Por su parte, Mauricio Arrieta Fontanilla profundizó en el concepto de “dolor educativo”, al que definió como esa experiencia emocional y estructural que afecta tanto a estudiantes como a docentes. “Hablamos de una desnutrición educativa cuando el 80% de los programas se estructuran a partir de conferencias. Eso no forma a un profesional completo ni capaz de responder a los retos del mundo actual”, indicó.

Comparó el desequilibrio metodológico con una dieta pobre en nutrientes: “Si durante cinco años solo comes arroz, el cuerpo se resiente. Lo mismo ocurre cuando la educación carece de experiencias vivenciales, de interacción, de pensamiento complejo”, advirtió.

Arrieta también enfatizó que los grandes retos actuales —como el cambio climático, la justicia social o la sostenibilidad— exigen una educación distinta. “Las conferencias no bastan. Necesitamos formar personas que piensen, que resuelvan, que colaboren, que propongan. Eso se logra cuando la experiencia educativa es rica, variada y conectada con la vida”, aseguró.

La propuesta “Más experiencias, menos conferencias” no es una moda pedagógica, sino una llamada urgente a transformar la enseñanza desde la raíz. Las voces reunidas en el CINNED 2025 coincidieron en que la pandemia dejó al descubierto las fallas estructurales del sistema educativo y abrió la puerta a una innovación que debe ser sostenida con compromiso, empatía y herramientas accesibles, enfatizó Mauricio Arrieta.

Mauricio Arrieta propuso una pedagogía basada en cinco componentes clave: adquisición, discusión, práctica, producción e indagación. Esta estructura no está limitada por metodologías específicas, sino que invita al profesorado a evaluar cómo está conformada la “dieta pedagógica” de su clase. “Muchos docentes nos dicen: ‘yo les doy todo masticado, pero no aprenden a buscar por sí mismos’. Eso ya es un diagnóstico, y como cualquier diagnóstico médico, es el primer paso hacia la mejora”, comentó.

Para Arrieta Fontanilla, uno de los errores comunes es suponer que herramientas como el storytelling se limitan al componente de adquisición, sin considerar que también pueden ser utilizadas para fomentar la discusión, la práctica y la producción. “Si un estudiante solo escucha, su nivel de aprendizaje será menor que el de aquel que además discute y aplica. No se trata de elegir una sola metodología, sino de asegurar que todos los componentes del aprendizaje estén presentes”.

Maestre Meyer, compartió una realidad que atraviesa toda América Latina: muchos estudiantes llegan a las universidades sin haber cubierto sus necesidades básicas. “Recibimos jóvenes de estratos muy vulnerables, algunos sin el dinero suficiente para un almuerzo. La universidad les ofrece refrigerios, bicicletas, computadoras, y espacios de estudio abiertos 24/7, pero aun así no podemos cubrirlo todo”, explicó.

A esto se suma una creciente crisis de salud mental. La ansiedad, la depresión y otros trastornos ya no pueden ser ignorados en el aula, y muchas veces los docentes no están preparados para enfrentarlos. “Un profesor no puede ser psicólogo clínico, pero sí necesita el apoyo institucional para saber cómo acompañar a estos estudiantes. No puedes exigirle lo mismo a alguien que atraviesa un trastorno depresivo o del espectro autista que a un estudiante sin estas condiciones”, advirtió Maestre.

Tanto Maestre como Arrieta coincidieron en que los planes de estudio deben dejar de diseñarse desde condiciones ideales. “Los profesores muchas veces enseñan pensando en lo que debería saber un estudiante, pero no en lo que realmente sabe. Entonces, ¿cómo rediseñar el curso para que sí aprenda, para que realmente pueda avanzar?”, cuestionó Arrieta.

En este sentido, las herramientas tecnológicas y los medios actuales no deben ser vistos como distracciones, sino como aliados. Por ejemplo, proponer la creación de un video para TikTok como producto académico no es una banalidad: requiere comprensión profunda del tema, síntesis y creatividad. “Una animación educativa de un estudiante se viralizó durante la pandemia con más de 15 mil vistas. Eso demuestra que no solo se trata de cumplir con una tarea, sino de conectar realmente con la audiencia”, mencionó Maestre.

Arrieta criticó los modelos curriculares sobrecargados que saturan al docente con múltiples grupos de la misma asignatura, promoviendo la repetición mecánica en lugar de la innovación. Puso como ejemplo la normativa colombiana, donde el Ministerio de Educación establece 120 créditos como base para una licenciatura, aunque en la práctica muchas instituciones exigen hasta 180. “¿A qué responde ese diseño? Habría que revisarlo. Tal vez lo que necesitamos no son más recursos, sino rediseñar y optimizar los ya existentes”, agregó.

Finalmente, Gabriela Lechuga Blázquez, directora de Innovación Educativa y Desarrollo Académico de UPAEP, expresó que desde la institución se busca dotar al cuerpo docente de herramientas, metodologías y, sobre todo, confianza en su capacidad para educar con excelencia. “Hoy más que nunca, nuestra labor es seguir colaborando entre instituciones, entre profesores, y construir juntos soluciones a los desafíos educativos en México, en Colombia y en el mundo. La cocreación es la clave”, afirmó.

Gabriela Lechuga también subrayó que este congreso es apenas el inicio de una colaboración a largo plazo con las instituciones participantes, y extendió una invitación a estar atentos al 6º Congreso Internacional de Innovación Educativa, previsto para el año 2027.